Necesitamos adaptarnos a la nueva realidad: los ciberseguros o seguros por Internet ya forman parte integral del segmento de seguros de propiedades, inmobiliarios y de accidentes. Y por tanto, debemos actuar en consecuencia.
Pocos productos de seguros son más emblemáticos del siglo XXI que los ciberseguros. Concebidos originalmente para proteger a los usuarios frente a los riesgos propios de Internet y las tecnologías de la información, surgieron como un nuevo tipo de póliza, que tardó en despegar y tomar vuelo.
De acuerdo con Check Point Research, en 2022, el número de ciberataques experimentó un crecimiento anual del 38 %. En la actualidad, entre los blancos de esas agresiones figuran algunas de las mayores empresas del mundo, así como proveedores de servicios de salud y educación. Y cabe suponer que las próximas víctimas serán los consumidores y las pymes. También podemos asumir que, dada la naturaleza de estos ataques y las exigencias de rescate que los acompañan, en muchos casos no se denuncian. ¿Por qué? Pues por la vergüenza y por el impacto que sufriría la marca de la empresa afectada. Y si pagase el rescate, sufriría su reputación, ya que se percibiría como una entidad que fomenta la actividad delictiva.
Si analizamos el ecosistema, tanto empresas como consumidores requieren educación y apoyo constantes. Mientras tanto, el mercado seguirá centrándose en la prevención y la mitigación. Aquí es donde las aseguradoras pueden contribuir a la seguridad como proveedoras de ciberseguros.
Veamos un ejemplo de esto último: consideremos la decisión pública de la Lloyd’s Market Association sobre exclusiones y definiciones. Las cuatro cláusulas modelo tienen como efecto previsto la exclusión de la cobertura de guerra de los ciberseguros. Estos cambios se volvieron necesarios debido a los problemas para definir a los perpetradores de ataques cibernéticos como autores de acciones bélicas agresivas por parte de un Estado o actores similares, junto con el requisito que tenían las aseguradoras de excluir la cobertura para dichos ataques. Es probable que el mercado general haga lo mismo con un marco establecido y reconocido, que comunique coberturas y exclusiones, lo que facilitarían a potenciales contratadores de seguros que las entendiesen las condiciones y el valor de los productos ofrecidos.
Uno de los retos clave de los ciberseguros es predecir el monto potencial correspondiente a pérdida y responsabilidad, lo cual se debe a que, con frecuencia, las pérdidas cibernéticas no están relacionadas con el rendimiento o resultados pasados. Otro factor es el panorama general de amenazas y protección, que experimenta una evolución muy rápida. Como es lógico y ya conocemos por su trayectoria histórica, las aseguradoras son reacias al riesgo. Por eso los factores mencionados provocaron que los ciberseguros presentasen un crecimiento lento y desigual en sus inicios. Sin embargo, al proliferar los riesgos y las pérdidas potenciales, se ha vuelto esencial protegerse con un seguro. Desde la perspectiva actual y de cara al futuro, nada frenará el auge masivo de los ciberseguros.
MunichRe, socio estratégico de Sapiens, estima que, tan solo entre 2021 y 2025, el mercado mundial de seguros cibernéticos se duplicará con creces, pasando de 9.200 a 22.100 millones de dólares. Millón arriba, millón abajo, a ojo de buen cubero está claro que son cifras muy, pero que muy respetables, así que ya no tiene sentido limitarse a categorizar el segmento de los ciberseguros como «productos de nicho». Aunque conlleven una paleta amplísima de desafíos e incertidumbres, las aseguradoras generales deben hacer ofertas serias. Pero, ¿cómo puede lanzar nuevos productos y entrar en este mercado una aseguradora sin experiencia en el ámbito?
Cibersoluciones Sapiens
Sapiens dispone de una serie de productos y servicios para ayudar a aseguradoras de cualquier tamaño a ponerse al día con los ciberseguros.
Por ejemplo, el producto Sapiens Cyber Insurance Accelerator está diseñado para lanzarse rápidamente y aprender sin tener que empezar desde cero, y cubre tanto líneas personales como especialidades comerciales. Se trata de un configurador de productos inteligente, que incorpora la automatización de flujos de trabajo y de procesos de negocio en una única línea de productos, todo ello para acelerar la comercialización, la incorporación de cambios y la configuración.
Sapiens también brinda oportunidades para promover la evaluación de riesgos cibernéticos y las integraciones con especialistas del sector, como KOVRR y otros proveedores, para modelar escenarios de mayores pérdidas y ofrecer servicios de mitigación de riesgos.
Además, está Sapiens IDITSuite, una plataforma de seguros modular basada en la nube, de extremo a extremo, galardonada y dirigida digitalmente; que presta apoyo a líneas de negocios personales y comerciales, desde la adquisición hasta la facturación, la gestión de reclamaciones y la renovación. IDITSuite admite que las compañías aseguradoras comercialicen y vendan coberturas suscritas por aseguradoras externas. ¿Qué significa eso? Pues que, aunque una empresa aseguradora no suscriba un ciberseguro, sí puede ofrecerlo a sus clientes en nombre de otra aseguradora.
Los conocimientos acumulados en los últimos años permiten adecuar los riesgos y precios de los ciberseguros, para que en lugar de ofrecer servicios de recuperación financiera y de sistemas podamos prestar servicios de prevención. La misión de Sapiens es eliminar las barreras técnicas de la gestión de pólizas, para que nuestros clientes lancen y automaticen rápidamente pólizas de ciberseguro técnicas.